lunes, 4 de julio de 2011

Madalenas dulces, madalenas agrias

MADALENAS DULCES




Tengo una clienta. Se acaba de quedar viuda. Su marido cobraba una pensión ínfima, errores de la vida, pasó media vida trabajando en negro y para cuando quiso cotizar, la enfermedad lo atacó, no llegó al tiempo mínimo, cobraba una pensión no contributiva baja bajita. Ahora ha fallecido. A su viuda igualmente le queda una pensión ínfima. Se ha ido a vivir con su hijo porque no puede mantener los gastos de lo que era su vivienda, un piso de alquiler de renta antigua... gastos mínimos, pero ingresos mínimos... imposible.


Le he tramitado algunas cosas que necesitaba arreglar, entre ellas la pensión de viudedad. Por eso tengo tan clara su precaria situación. Y gracias que sus hijos se ocupan de ella con cariño.


Hoy ha venido a retirar los últimos papeles que le había tramitado. Le he cobrado mucho menos de lo que suelo cobrar... sé que no soy una ONG, pero es que no me salía del alma cobrarle lo que hubiera cobrado normalmente... Ha venido tan cariñosa como siempre, me ha dado mil veces las gracias, y me ha dicho: "mira, te traigo unas madalenas, las hacen muy ricas, en un obrador cerquita de casa... pruebalas, que te gustarán. Te hubiera traido más, pero ya sabes, con mi pensión...". Le he dado las gracias y le he dicho que por supuesto, que para desayunar muy ricas me van a saber.






MADALENAS AGRIAS




Tengo un cliente. Tiene un obrador donde, casualidades de la vida, fabrican las madalenas que me ha regalado hoy mi clienta. Estuvo la semana pasada a hacer un trámite. Como siempre que viene, se pegó el rato hablando de que la mejor fruta es la que come él, el mejor pescado el que come él, la mejor carne la que come él. Se permitió despreciar los comentarios que le hice respecto al pescado que yo como "porque eso que tu me dices es de piscifactoria, sí, claro, te saldrá barato, pero es como comer plástico... lo mejor es lo que yo te digo... fresco fresco y recién traido de la lonja...Eso si, por menos de 30 el kilo no lo vas a encontrar". Luego me contó cuánnnnnnto dinero gana su hija, la más rica del pueblo... Lo buenisimos que son los ordenadores que tiene en su casa... uno sólo vale más que los que tienes tú aquí, niña... Y por supuesto, por si no era consciente de ello, que le llevo todo el tema fiscal... me hizo notar cuánto habían crecido este año, cuanto dinero habían tenido de beneficio y el peazo chalet en urbanización megapija se están construyendo... porque ahora con la crisis puede elegir "dónde cómo y cuánto" porque la gente sabe que él paga puntual... y claro, por trabajar la gente hace lo que sea...


Cuando ya terminaba la visita (ganas tenía ya de que se fuera), me dejó encima del mostrador, como el que te aparta un bicho muerto, una bolsa de plástico: "toma, unas madalenas que las que hacemos nosotros, para que probeis lo que son unas madalenas en condiciones... os las repartis para los tres..." En la bolsa había tres madalenas. Efectivamente, para repartir para los tres.




*********




No voy a probar las madalenas dulces, porque estoy a dieta. Pero se las llevaré a mi hija para que desayune, tendrá para toda la semana (menos si le ayuda mi marido...jajajaja). Y le contaré que me las ha traido una clienta muy agradecida, que ha querido tener un detalle maravilloso conmigo.




Las otras, las agrias, ni mi hermano, ni mi empleado, ni yo, "los tres", tuvimos ganas de probarlas. Y no fue por la dieta. El viernes las tiré a la basura. Se habían quedado duras.


8 comentarios:

  1. Parece sacado de un cuento de Bucay.. pero como se suele decir la realidad supera a la ficción.

    Muy bueno el post.


    PD: Y aunque no proceda.. yo tendría claro quién iba a pagar lo que dejastes de cobrar a la clienta.

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  2. Gracias, Caballero... tendré en cuenta tu sugerencia... ;)

    Pues cuando he llevado las madalenas a casa, le he dicho a mi hija: mira, cariño, qué madalenas tan ricas nos ha regalado una clienta... nos las ha regalado con mucho amor... para mañana para desayunar, o esta tarde para merendar, verás que buenas... Total, que se ha empeñado en tomar una de postre... pero le han podido más las ganas... no ha podido terminar la madalena... y me dice: toma mamá... no me cabe toda... pero no te preocupes, la parte del amor es la primera que me he comido...

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  3. buen post Elena!! nada como un regalo por pequeño y humilde que sea, pero hecho con amor.

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  4. ¡Vaya post precioso y redondo! Oye, lo que es la vida y lo que dice el caballero de la rosa Azul...la realidad supera a la ficción...

    Lo que es la vida repito...a esa señora que reparte tanto amor, no tiene otra cosa (¡qué más necesitamos!!???) que eso de sus propios hijos.

    El otro señor me juego el cuello a que es tan pobre, que no tiene nada más que dinero...

    Me encanta tu hija ¡qué comentario! dala un achuchón muy fuerte y muy apretaito de mi parte

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  5. Y tan agrias que hubieran estado las madalenas!! A menudos elementos hay que aguantar en esta vida.
    Por suerte tu peque está creciendo de lo más dulce, qué ricura de niña!!

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  6. Elena, has conseguido que en cuestión de segundos mi corazón se encogiese de dolor para pasar a un estado completamente diferente, un estado de rabia e indignación. Espero que el "agrio" no tenga que verse jamás en la situación en la que se encuentra tu clienta...Yo también tengo cerca a un "agrio" que aunque está practicamente en la ruina su prepotencia y altanería sigue siendo la misma.

    Gracias por ayudar a quién lo merece!!

    Ah y la dieta...con calma verdad? ;)

    Besos
    Lola

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  7. Que bonito Elena, es un post precioso y como se pueden ver las cosas desde diferentes puntos de vista: uno tendrá mucho dinero pero no tiene la mitad de buena persona que la otra.

    A Sara dale un besazo de mi parte, que ella sí que esta para comersela con amor jajajajaj.

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  8. Escribes precioso, simple y entretenido, me encanta leerte, aunque no pase mucho por aquí.
    Sara una ternura, se comió el amor primero, lindaaaaaaa.

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